viernes, 5 de julio de 2013

Only you

Un rato subestimando, buscando subir a las alturas, mirar hacia abajo en busca del discurso; abrir los ojos y encontrarse en frente al tribunal... ¡¿qué tribunal?¡, ¡pelotón de fusilamiento! Las ideas se vuelven polvo al disparo.

Entonces ahora queda aprender. ¿El tiempo? No es suficiente. En ese momento de lucidez, llaman al teléfono, no me queda otra que dejar caer el libro que tengo entre manos... vida líquida. ¿Quién es? Yo ya lo sé, adiós purposes. 

Sonrisa, sonrisa... ahí van las palabras que entre persiana se verían malas. Cambio la entonación, sigo sonriendo, empiezo a sudar y el libro sigue en el suelo. Ya no queda más... sin tiempo ni salud; siendo humano, siempre prisionero y carcelero.

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