domingo, 29 de marzo de 2015

Lu wen

Bajo el faldón de la prudencia te buscaba; sobre el telón de la vergüenza te encontré; pues no quise darme cuenta, y sin orgullo me quede.

Daño me hizo, en mis fantasías respuestas hallar; a lo que meramente era, pura casualidad.
Aprendido está, en la experiencia escrito resta, que quien sólo sueña, nada apresta.

Ahora honesto, te confieso,
que no hay naufragio inesperado;  ya que en  otro barco me hallo refugiado. Mas no resten estos versos a mi constancia importancia; pues tu amor a esperar estoy preparado, si en mi corazón lo añorado se viese aliviado (Iván Sanmar)

No hay comentarios: